Friday, August 03, 2007
naturaleza viva
Cada encargo siempre es un reto sorprendente.
Fotografiar la Rosaleda del Retiro en todo su esplendor después de su reciente remodelación, para retratar cada uno de sus ejemplares y catalogarlo, uno a uno, analizando cada detalle para encontrar el ejemplar perfecto,puede ser un fantástico ejercicio de paciencia y observación.Uno se siente como un arqueólogo de naturaleza viva.
Y acceder al recinto en soledad, siempre fuera del horario de apertura, al amanecer, cuando aún el calor no aprieta y los pájaros bajan a beber a las fuentes, produce una extraña sensación de encontrarse en algún tipo de paraiso perdido de esos que sólo se encontraban en la imaginación de Piranesi. Un placer delicado como la magdalena de Proust que se disfruta en secreto.
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