La sabiduría se encuentra ,muchas veces, lejos de los libros, de las Universidades y de los grandes centros de investigación y filosofía. Me refiero a ese saber que va más allá de lo intelectual, de lo cultural, a una manera de enfrentarse a la vida. Ese saber se encuentra a menudo en los lugares más insólitos.
Gracias a Eva, que me dio paso a esta nueva etapa de mi vida, yo he aprendido grandes lecciones que me he prometido a mi misma no olvidar nunca.
Ahora, que se acaba también este periodo, no podia dejar pasar la ocasión de hacer un homenaje gráfico y escrito a las personas que han compartido tantas y tantas horas conmigo en esa oscura cueva que es el Nouvel 0, y que se ha convertido, de manera completamente providencial, en mi particular Asclepeion.
Estos han sido mis grandes maestros que, durante un mes y medio, me han impartido un master de humildad, optimismo y convivencia:
Gracias a esa maravillosa gran mujer que es MºJosé, por su apoyo, su creatividad para afrontar los grandes asuntos de la vida, su capacidad para escuchar y sus grandes lecciones de como "hacer el paripé" con los invitados franceses....
A Mauro, por su gran personalidad y su disposición.
A mi dulce segunda mamá, Pilar, por sus grandes consejos, su gusto por las joyas exóticas, por la suerte turca que llevo siempre conmigo y por ese " Nena, pisa fuerte, que paga el Ayuntamiento".
A Gregorio por su ternura, sus siempre magníficas recomendaciones literarias, y por esas intensas y productivas conversaciones sobre budismo, Marx o Jung. Has sido para mi un gran descubrimiento.
A Máximo, por su profesionalidad y esa manera con la que no le sale sonreir.
A nuestro gran Matias
Mc. Giver, por su permanente disponibilidad y buen humor.
Al bueno de Luis, todo corazón, por su naturalidad.
A esa fuerte y digna mujer que es Laura, por su pasión por la novela histórica y sus lecciones sobre la esclavitud congoleña.
A la dulzura y el saber estar de Isabel.
A Fabián, por su gracia andaluza.
A Eugenia, por su capacidad para disfrutar de las cosas pequeñas.
A Edu, por su gran sentido del humor y su cercanía.
A Noelia, por su pasión y su espontaneidad.
A Almudena, por su capacidad de ponersecada día el mundo por montera.
A Socorro, por su fuerza y su simpatía. Y a mis dos grandes mediadoras:
A la fuerte y coherente Teodora, por su apoyo y su sinceridad. Por considerarme valiente.
Y a Ana, por su dulzura gallega, por tantas horas de Katarsis y por sus consejos que me han enseñado "la cantidad de almitas que hay por el mundo, reina".
Ps. Gracias también a Rosa, a la gran presencia ausente de Mercedes, la hija de circenses que con su pelo rojo, sus historias sobre el Bar de Leganés y su sonrisa ha cambiado mi manera de ver el mundo.
Y por supuesto a Eulalia Valldosera, porque me ha reencontrado con el Arte Contemporáneo y su capacidad para conmover.
A todos, simplemente, HA SIDO UN PLACER.