Documento gráfico que ilustra un futuro por estrenar
"Así comienza el espacio, solamente con palabras, con signos trazados sobre la página blanca. Describir el espacio, nombrarlo, trazarlo, como los dibujantes de portulanos que saturaban las costas con nombres de puertos, nombres de cabos, nombres de caletas, hasta que la tierra sólo se separaba del mar por una cinta de texto continua. El alef, ese lugar borgesiano en que el mundo entero es simultáneamente visible, ¿acaso no es un alfabeto?
Espacio inventario, espacio inventado: el espacio comienza con ese mapa modelo que, en las antiguas ediciones del Petit Larousse, representaba en 60 cm2 algo así como 65 términos geográficos milagrosamente juntos, deliberadamente abstractos: aquí el desierto, con su oasis, su ued y su chott, aquí la fuente y el arroyo, el torrente, la ría, el canal, el afluente, el río, el estuario, la desembocadura y el delta, aquí el mar y sus islas, su archipiélago, sus islotes, sus arrecifes, sus escollos, sus batientes, su cordón de litoral, y aquí el estrecho, y el istmo, y la península, y la ensenada y la bocana, y el golfo y la bahía, y le cabo y la caleta, y la punta, y el promontorio, y la península, aquí la laguna y el acantilado, aquí las dunas, aquí la playa y las albuferas, y las marismas, aquí el lago, y aquí las montañas, el pico, el glaciar, el volcán, las estribaciones, la ladera, el puerto de montaña, el desfiladero, aquí la llanura, y la meseta, y el collado, y la colina; aquí la ciudad y su rada, y su puerto, y su faro…
Simulacro de espacio, simple pretexto con nomenclatura: pero ni siquiera hace falta cerrar los ojos para que ese espacio suscitado por las palabras, espacio de diccionario únicamente, espacio sólo de papel, se anime, se pueble, se llene.”
George Perec. Especies de Espacios